Cuantos propietarios de
perros hemos visto los gestos cuando
nuestros canes están felices, nos damos cuenta cuando mueve la cola y salta.
El lenguaje que utilizan los
perros por lo general es corporal, que es el que usamos nosotros de igual
manera para comunicarnos.
En casi todos mis post
leerán que siempre me refiero al antecesor de nuestros perros para hace
referencia y en este escrito no se escapara, el lobo presenta 14 expresiones
faciales distintas, desde el arrugamiento de la nariz o la frente, la elevación
de la mirada.
Nuestros perros domésticos
han perdido algunas de estas expresiones mímicas y aun mas aquellas razas que
son el resultado de la cría artificial.
Pero como podemos darnos
cuenta de lo que intenta decirnos nuestro can. Existe un amplísimo repertorio
de sonidos desde gemido, ladridos, gruñidos y aullidos, los cuales pueden ser
de mayor o menor intensidad.
El ladrido forma parte
principal del sistema comunicativo del perro, que aprende a utilizarlo para
fines diferentes.
Según Terry Ryan en su libro The Bark Stops
Here, se puede clasificar los ladridos en los siguientes:
“¡Podría
alguien, quien sea, por favor prestarme atención¡”.
Eso es lo que significan sus interminables ladridos
al llegar del trabajo, cuando estamos viendo televisión o trabajando en la
computadora, en la cocina, cuando llega una visita. En este caso el perro es
amigable, no es agresivo, ni tiene miedo, lo único que quiere es que le presten
atención. Su tono de ladrido es alto, hace una pausa mirando a ver si le
prestan atención, incluso puede tocarlos con la pata y vuelve a ladrar. Es
amigable… pero insoportable.
LADRAR PARA OFENDER
“¡Fuera de aquí ahora. De hecho me
gustaría mostrarte el camino!”.
Estos ladridos son de un
perro que defiende su territorio y está dispuesto a morder a quien se le ocurra
invadirlo. Su tono de ladrido es tan alto, es corto, estruendoso y por lo
general van precedidos de un gruñido. Su cuerpo erguido hacia adelante, orejas
y colas levantadas, su mirada es fija e intensa, lomo erizado y nariz arrugada.
Nada amigable y sumamente peligroso.
LADRAR PARA
DEFENDERSE
Estos ladridos son de un
perro miedoso y van dirigidos contra cualquier cosa o persona que perciba como
una amenaza. Su tono de ladrido es agudo, lo usa alto como una alarma con la
esperanza de alejar las cosas o personas que le asustan. Por lo general
ladra y se esconde. Su cuerpo está encorvado, su cola entre patas, sus orejas
hacia atrás, sus pupilas dilatadas, lomo erizado y nariz arrugada.
Solo amigable con las personas que conoce, podría morder a quien trate de
agarrarlo.
LADRAR POR ABURRIMIENTO
“¡No tengo nada que hacer. Ladrar es
mi recreación!”.
Estos ladridos son por
aburrimiento, el perro vago tiene demasiada energía acumulada y no haya como
gastarla, utiliza los ladridos para drenar su frustración, el ladrido es como
una válvula en una olla de presión sometida a calor. Su forma de drenar no es
solo ladrar, por lo general muerde cosas, escarba, rompe la ropa y abre huecos
en el patio. Su ladrido es monótono, con un tono medio y de vez en cuando lo
matiza con algún aullido.
OTRAS
RAZONES
Además de
ladrar excesivamente para llamar la atención, ofender, defenderse y por
aburrimiento, los perros lo hacen cuando se separan de su ser más querido
y también cuando les da la gana de hacerlo, por gusto y sin ningún motivo
aparente. Veamos estas dos últimas situaciones:
LADRAR POR LA SEPARACIÓN
“¡Por favor… podría esa
persona tan especial volver a casa¡”.
Eso es lo que significan
sus interminables ladridos cuando la persona por quien siente un fuerte apego
se separa de él, estos ladridos generalmente son de muy alta intensidad y
frenéticos. Caminar de un lado a otro, salivación excesiva, rasgar la puerta,
morder cosas, descontrol en los hábitos higiénicos son signos que van
acompañados a los ladridos, gemidos o aullidos emitidos por un perro que
sufre de ansiedad por separación.
LADRAR POR ENTUSIASMO
“¡No necesito ninguna razón para
hacerlo. estoy haciendo ruido y me gusta!.”
Este perro tiene una alta
energía y mucho entusiasmo, tanto así que le ladra a cosas que para ningún otro
perro tendría interés, las cosas en movimiento lo estimulan. Su tono de ladrido
es alto y repetitivo, cuando ladra corre de un lado a otro o da vueltas, con
frecuencia está alerta, mueve su cola y su respiración es agitada.
LENGUAJE CORPORAL DEL PERRO
Contento y juguetón
Tendrá la cola hacia
arriba y la moverá de un lado a otro. También observaremos las orejas hacia arriba,
y el cuerpo inclinado hacia delante con las patas delanteras dobladas. Se
moverá de un lado a otro para transmitirte que quiere jugar.
Temeroso
Como ya hemos comentado,
lo más característico es que mostrará la cola baja situada entre las patas. Las
orejas las llevará hacia atrás y realizará un contacto visual breve e
indirecto. El cuerpo también lo llevará más bajo de lo normal.
Miedo
El miedo es un grado
bastante más acusado del temor. Si, por ejemplo, hay un perro más dominante
frente a él y tu mascota se encuentra en estado de miedo y sumisión total, se
tumbará boca arriba sobre la espalda exponiendo el estómago y girará la cabeza
hacia un lado para evitar el contacto visual directo. En esta situación de
sumisión, espera evitar una confrontación física con el otro can.
Estado de alerta
Algo ha despertado su
interés y tu perro se mantiene alerta ante lo que pueda suceder. Verás que
mantiene la cola en horizontal y la mueve ligeramente de un lado a otro.
También echará las orejas hacia delante para poder oír mejor, y mantendrá los
ojos bien abiertos. Además es posible que coloque una pata de la parte anterior
ligeramente adelantada.
Dominante o agresivo
Si está en una actitud
dominante y se muestra desconfiado, tendrá la cola erizada y temblorosa
mientras la mueve de un lado a otro. Un signo muy característico es el pelo
encrespado y las orejas hacia delante. También mostrará sus dientes y encías,
en una actitud agresiva fácilmente identificable.
Relajado
Sabrás que tu perro está
tranquilo si tiene la cola hacia abajo y relajada, la cabeza alta, y la boca
ligeramente abierta con la lengua sacada. Su postura será suelta y las orejas
las mantendrá hacia arriba.
¿Habías observado estos
movimientos en tu perro? Con un poco de práctica conseguirás conocerlo mejor y
poder descubrir cómo se siente para poderle comprender y ayudar en determinadas
situaciones.
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