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miércoles, 31 de enero de 2018

Los Perros también se comunican con sus dueños


Cuantos propietarios de perros  hemos visto los gestos cuando nuestros canes están felices, nos damos cuenta cuando mueve la cola y salta.
El lenguaje que utilizan los perros por lo general es corporal, que es el que usamos nosotros de igual manera para comunicarnos.
En casi todos mis post leerán que siempre me refiero al antecesor de nuestros perros para hace referencia y en este escrito no se escapara, el lobo presenta 14 expresiones faciales distintas, desde el arrugamiento de la nariz o la frente, la elevación de la mirada.
Nuestros perros domésticos han perdido algunas de estas expresiones mímicas y aun mas aquellas razas que son el resultado de la cría artificial.
Pero como podemos darnos cuenta de lo que intenta decirnos nuestro can. Existe un amplísimo repertorio de sonidos desde gemido, ladridos, gruñidos y aullidos, los cuales pueden ser de mayor o menor intensidad.
El ladrido forma parte principal del sistema comunicativo del perro, que aprende a utilizarlo para fines diferentes.
Según Terry Ryan en su libro The Bark Stops Here, se puede clasificar los ladridos en los siguientes:
LADRAR PARA LLAMAR LA ATENCIÓN
 “¡Podría alguien, quien sea,  por favor prestarme atención¡”.
Eso es lo que significan sus interminables ladridos al llegar del trabajo, cuando estamos viendo televisión o trabajando en la computadora, en la cocina, cuando llega una visita. En este caso el perro es amigable, no es agresivo, ni tiene miedo, lo único que quiere es que le presten atención. Su tono de ladrido es alto, hace una pausa mirando a ver si le prestan atención, incluso puede tocarlos con la pata y vuelve a ladrar. Es amigable… pero insoportable.

LADRAR PARA OFENDER

“¡Fuera de aquí ahora. De hecho me gustaría mostrarte el camino!”.
Estos ladridos son de un perro que defiende su territorio y está dispuesto a morder a quien se le ocurra invadirlo. Su tono de ladrido es tan alto, es corto,  estruendoso y por lo general van precedidos de un gruñido. Su cuerpo erguido hacia adelante, orejas y colas levantadas, su mirada es fija e intensa, lomo erizado y nariz arrugada. Nada amigable y sumamente peligroso.

LADRAR PARA DEFENDERSE


“¡Tengo miedo. Por favor váyase. Trataré de poner más espacio entre nosotros…si puedo!”.
Estos ladridos son de un perro miedoso y van dirigidos contra cualquier cosa o persona que perciba como una amenaza. Su tono de ladrido es agudo, lo usa alto como una alarma con la esperanza de alejar  las cosas o personas que le asustan. Por lo general ladra y se esconde. Su cuerpo está encorvado, su cola entre patas, sus orejas hacia atrás, sus pupilas dilatadas,  lomo erizado y nariz arrugada.  Solo amigable con las personas que conoce, podría morder a quien trate de agarrarlo.

LADRAR POR ABURRIMIENTO

“¡No tengo nada que hacer. Ladrar es mi recreación!”.
Estos ladridos son por aburrimiento, el perro vago tiene demasiada energía acumulada y no haya como gastarla, utiliza los ladridos para drenar su frustración, el ladrido es como una válvula en una olla de presión sometida a calor. Su forma de drenar no es solo ladrar, por lo general muerde cosas, escarba, rompe la ropa y abre huecos en el patio. Su ladrido es monótono, con un tono medio y de vez en cuando lo matiza con algún aullido.

OTRAS RAZONES

Además de ladrar excesivamente para llamar la atención, ofender, defenderse y por aburrimiento, los perros lo hacen  cuando se separan de su ser más querido y también cuando les da la gana de hacerlo, por gusto y sin ningún motivo aparente. Veamos estas dos últimas situaciones:

LADRAR POR LA SEPARACIÓN

“¡Por favor…  podría esa persona tan especial volver a casa¡”.
Eso es lo que significan sus interminables ladridos cuando la persona por quien siente un fuerte apego se separa de él, estos ladridos generalmente son de muy alta intensidad y frenéticos. Caminar de un lado a otro, salivación excesiva, rasgar la puerta,  morder cosas, descontrol en los hábitos higiénicos son signos que van acompañados a los ladridos, gemidos o aullidos  emitidos por un perro que sufre de ansiedad por separación.

LADRAR POR ENTUSIASMO

“¡No necesito ninguna razón para hacerlo. estoy haciendo ruido y me gusta!.”
Este perro tiene una alta energía y mucho entusiasmo, tanto así que le ladra a cosas que para ningún otro perro tendría interés, las cosas en movimiento lo estimulan. Su tono de ladrido es alto y repetitivo, cuando ladra corre de un lado a otro o da vueltas, con frecuencia está alerta, mueve su cola y su respiración es agitada.

LENGUAJE CORPORAL DEL PERRO

 

Contento y juguetón

Tendrá la cola hacia arriba y la moverá de un lado a otro. También observaremos las orejas hacia arriba, y el cuerpo inclinado hacia delante con las patas delanteras dobladas. Se moverá de un lado a otro para transmitirte que quiere jugar.


Temeroso

Como ya hemos comentado, lo más característico es que mostrará la cola baja situada entre las patas. Las orejas las llevará hacia atrás y realizará un contacto visual breve e indirecto. El cuerpo también lo llevará más bajo de lo normal.


Miedo

El miedo es un grado bastante más acusado del temor. Si, por ejemplo, hay un perro más dominante frente a él y tu mascota se encuentra en estado de miedo y sumisión total, se tumbará boca arriba sobre la espalda exponiendo el estómago y girará la cabeza hacia un lado para evitar el contacto visual directo. En esta situación de sumisión, espera evitar una confrontación física con el otro can.


Estado de alerta

Algo ha despertado su interés y tu perro se mantiene alerta ante lo que pueda suceder. Verás que mantiene la cola en horizontal y la mueve ligeramente de un lado a otro. También echará las orejas hacia delante para poder oír mejor, y mantendrá los ojos bien abiertos. Además es posible que coloque una pata de la parte anterior ligeramente adelantada.


Dominante o agresivo

Si está en una actitud dominante y se muestra desconfiado, tendrá la cola erizada y temblorosa mientras la mueve de un lado a otro. Un signo muy característico es el pelo encrespado y las orejas hacia delante. También mostrará sus dientes y encías, en una actitud agresiva fácilmente identificable.


Relajado

Sabrás que tu perro está tranquilo si tiene la cola hacia abajo y relajada, la cabeza alta, y la boca ligeramente abierta con la lengua sacada. Su postura será suelta y las orejas las mantendrá hacia arriba.
¿Habías observado estos movimientos en tu perro? Con un poco de práctica conseguirás conocerlo mejor y poder descubrir cómo se siente para poderle comprender y ayudar en determinadas situaciones.



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